El municipio de CARRANQUE está situado en la comarca de La Sagra, en la frontera entre las provincias de Toledo y de Madrid. Cuenta con una extensión de 25,1 km² (2.510 hectáreas) y su altitud se fija en 662 metros sobre el nivel del mar. Limita geográficamente con los municipios de Batres y Serranillos del Valle por el Norte -provincia de Madrid-; con El Viso de San Juan por el Sur; Ugena e Illescas al Este y Casarrubios del Monte y Serranillos del Valle al Oeste. Su término casi dibuja un cuadrilátero, con longitud de 4,7 km. de norte a sur y de 6,3 km de este a oeste.

El relieve está marcado por una llanura característica, más abarrancada a medida que se aproxima a la cuenca del Guadarrama, por la acción de las numerosas corrientes de agua que desembocan en dicho río. El núcleo urbano se sitúa a una altitud de 665 metros sobre el nivel del mar, cota en descenso hasta el lecho del río, a unos 540 mts. de altitud.

Los campos sostienen cultivos de secano, salpicados por olivar y viña, acotándose manchas arbóreas en los márgenes de arroyos. Gran riqueza en caza menor –liebre, conejo, perdiz-.

Es característica del municipio, por el efecto frontera con Madrid, la proliferación de urbanizaciones de segunda residencia, si bien la población se concentra en el Sureste y Este del término.


No existen sino presunciones respecto a poblamientos primitivos en el término, deducidas de la existencia de areneros en el Guadarrama, los cuales, en otras zonas, sirvieron de asentamiento humano. También perduran topónimos celtas como rastro de hipotéticos antecesores.

La etapa tardorromana es la primera en dejar testimonio en la localidad. El actual Parque Arqueológico de Carranque protege y conserva los restos de edificios romanos integrados en la denominada Casa de Materno, datada a finales del siglo IV, bajo el mandato del emperador Teodosio. Este conjunto monumental alberga tanto la mansión señorial del fundador, en la que destacan por su riqueza y estado de conservación los pavimentos mosaicos, como otras edificaciones conocidas como Mausoleo, Palatium y los Molinos y Represas, que completan un estimable núcleo.

Al socaire de la villa, que hubo de pasar a manos visigodas y posteriormente árabes, se constituyó el primigenio Carranque de Yuso, cercano al río y a su confluencia con el arroyo de Conmaleche, erigiéndose por entonces la Iglesia de Santa María de Arriba sobre la primitiva basílica. Hacia el siglo XI, con la reconquista cristiana de Alfonso VI, se refunda Carranque de Suso, en su ubicación actual, coexistiendo con el antiguo poblado. Alfonso VII cede la villa a la Orden Militar de San Juan, sucesora del Temple, permaneciendo en su bailío o señorío jurisdiccional, tras una breve dependencia durante el reinado del octavo Alfonso de la ciudad de Segovia, hasta la abolición de los privilegios feudales. En el siglo XIV queda como despoblado el de Yuso.

Se mencionan datos sobre las características físicas y socioeconómicas del municipio en el Censo Tributario de Carlos I de 1.547, en la Relación de Felipe II de 1.578, en el Catastro del marqués de la Ensenada de 1.752, bajo Fernando VI, así como en diversa bibliografía. Por todos, consultar las obras de D. Fernando Jiménez de Gregorio “Carranque. Panorámica de una villa de la Orden Militar de San Juan”, Ayuntamiento de Carranque, 1.987, y “Más sobre la historia de la villa de Carranque”, Ayuntamiento de Carranque, 1.989.

Fuente: www.ayto-carranque.com

Foto: www.ayto-carranque.com