Ubicación de la calle:
Esta calle tiene su inicio, en la misma plaza Pío XII con calle Virgen de la Paloma, y emprende camino hacia calle Argéntea. La cortan la avenida Obispo Ángel Herrera Oria y las calles: Virgen Bien Aparecida, Virgen de la Paz y Pedro Luis Gálvez.
(Fuente: Proyecto Carranque)

Descripción del nombre de la calle:
Corría el mes de junio de 1484 cuando el rey Fernando y los suyos debatían sobre la campaña de la conquista de Granada en la que se rivalizaron dos opiniones: la de limitarse a la tala general en la Vega, con lo que los musulmanes tendrían que entregarse, ó cercar alguna plaza fuerte, y además hacer la tala. El marqués de Cádiz propuso cercar la plaza fuerte de Álora, pieza clave para la estrategia militar de la frontera occidental granadina.

La expedición que acompañaba al rey era de 30.000 hombres de caballerías, cuantiosos carros con la artillería y que un gran número de peones pasaban delante abriendo camino por las sierras y lugares desapacibles. El marqués de Cádiz junto a 1.300 lanzas y 4.000 peones tomaron la delantera y una vez que llegó el rey se cercó la villa por todas partes. La plaza era considerablemente resistente por la posición enriscada del terreno y por el castillo que actuaba como inexpugnable observatorio.

Para la conquista de Álora se situó el campamento en el lugar donde hoy se asienta el Santuario de Flores, según se cuenta, la tienda real estuvo colocada debajo de un frondoso algarrobo, y allí se celebró una misa antes de proceder a la batalla.

La batería para el ataque ocupó un lugar estratégico en un cerro, frente al castillo, casi de la misma altura que el Cerro de las Torres. En Álora se llevó a cabo un triunfo desde el punto de vista militar gracias a la artillería de sitio. Se derribaron dos torres y gran parte del muro de la villa. Los musulmanes contestaban con algún que otro tiro de pólvora pero con lo que más, eran con saetas envenenadas. La artillería seguía invadiendo las defensas de Álora, los musulmanes intentaban reconstruir muros interiores, sin embargo, una vez abiertas muchas brechas, comprendieron los árabes que su conquista sería inminente. Para evitar más muertes y poder curar heridos, propusieron a su alcaide Cidi-Ali-el-Bazi que no se ampliase por más tiempo la inútil resistencia, cundiendo el desaliento en los sitiados y acabaron por rendir la plaza.

La entrada de los cristianos al castillo se produjo mientras los perdedores recogían sus bienes, los vencedores siguieron el protocolo de ocupación, en la que primeramente pusieron sobre la torre más alta (Torre del Homenaje) la bandera real y el pendón de la Cruzada y, levantados todos estos pendones, un sacerdote iba a la mezquita y una vez en su interior, la bendecía y consagraba dedicándola a la fe cristiana, por último, el alcaide del castillo Cidi-Ali-el-Bazi hizo entrega de las llaves del mismo a los Reyes Católicos el 22 de junio de 1484 (festividad de San Paulino) en el lugar conocido como la Cruz de Humilladero muy próximo al Convento de Flores.

La ceremonia de la rendición de Álora aparece representada en los relieves del respaldo de la sillería baja del coro de la Catedral de Toledo, en el segundo tablero del lado de la Epístola, colocado entre los de Alhama y Setenil. En el se observa al rey Fernando vestido de ceremonia y seguido de un cortejo del que sobresalen lanzas, pendones y una cruz. El alcaide moro se arrodilla para entregar las llaves, seguido de algunos de su séquito.

Por mandato expreso de la reina se dispuso que en el lugar donde se había celebrado la primera misa y en la que se había bautizado a un niño llamado Pedro de Estepa, cuya madre acompañaba al ejército, se levantara una ermita bajo advocación mariana. Los repobladores cristianos de Álora procedían de Cumbres Bajas (hoy Cumbres de San Bartolomé) y Encinasola, fueron los responsables de edificar la ermita.

Estos solicitaron a la reina una imagen de la Virgen para venerarla en el nuevo edificio pero debería adquirir la advocación de Ntra. Sra. de Flores porque en Encinasola tenían una sagrada imagen con igual título. Los Reyes Católicos encargaron en Sevilla la talla de la Virgen de Flores que una vez concluida fue recogida por el alcaide de Álora acompañado de una comitiva de gente de Álora, acudiendo a dicha ciudad donde recibió de manos de la reina Isabel, en lo Reales Alcázares sevillanos, la imagen en el año 1502.
(www.virgendeflores.com)


Foto: www.virgendeflores.com


Fotos de la calle:


Fotos: Proyecto Carranque

Ver calle en mapa:


Ver mapa más grande